Admiro las vocaciones arrolladoras y las bocas que dicen la verdad, que besan de verdad, que gritan la verdad. Admiro a las personas que irradian verdad. ¡La madre que los parió…! son pocos, pero ¡qué valientes! Admiro a los que nadan a contracorriente, cuando lleguéis a vuestra orilla, me contáis. Admiro a los que reparten y comparten y no se llevan la mejor parte. Que como dicen por ahí: «Dar solamente aquello que te sobra nunca fue compartir, sino dar limosna».
Admiro a los que levantan un edificio de la nada, a los que no tienen nada y van con todo, a los que miran al cielo y no tanto al suelo. A los que dan un golpe en la mesa y no se meten debajo de ella. A los que luchan, esos que flaquean pero no se rinden, a los que se rinden porque ya han ganado. A los optimistas por naturaleza y a los que cuidan de ella. Miro a los que les falta una primavera porque les robaron un mes de abril… Admiro a los que ven y van más allá de lo que sus ojos contemplan.
Admiro a los que lloran, NO es debilidad. Las lágrimas son mares en los que casi te ahogas. Admiro y miro a los que respiran, y me dan sana envidia. De vez en cuando, se me olvida respirar. Admiro a la gente que ama lo que hace, a los que suben y bajan, al pedestal de las estatuas, a los que van y vienen y por el camino se entretienen. A los que hacen oídos sordos a la ceguera ajena, a los que creen y crean y crían.
Miro, admiro y aprendo. Solo eso. Todo eso. Cuando alguien ama lo que hace, se ve. Cuando no ama lo que hace, se nota aún más. (Steve Jobs)
Hola, Rovica
Subscrito a cada reflexión. Una manera bellísima de retratar a las grandes personas.
Enhorabuena a MyriamImedio por el escrito y gracias a ti por traerlo para disfrutarlo.
Abrazo Grande.
Efectivamente, es un escrito de MyriamImedio precioso, lleno de buenas razones. A veces lees textos donde sientes tan identificada tu forma de pensar, que no puedes dejar de compartirlo. Muchas gracias. Un abrazo amigo J. Antonio.