Me gusta cuando despierto por las mañanas y veo el limpio azul del cielo y los primeros rayos de sol del día entrando por mi ventana. Me encanta cuando la gente cierra los ojos y se va a algún lugar entre las nubes. Me enamoro de la gente y de sus momentos sinceros, de sus averías emocionales, de las sonrisas francas y de los sueños despiertos. Me gusta la mirada limpia de la gente cuando de verdad se enamora. Me encanta la luz de la honestidad que es demasiado bonita como para poder describirla con palabras…Doy mil gracias por ser capaz de sentir, disfrutar y vivir intensamente las pequeñas cosas…
Rovica.
Será que me faltan ventanas para poder mirar…? Envidio su ingenuo amar…tan vivo?…besos al vacío desde el vacío
Las palabras son para todos y solo para algunos los hechos. Sentir, a veces, puede dañar, pero es mucho peor vivir sin hacerlo. Un abrazo amigo Cruzar la noche.
Tan difícil es describir la honestidad como fácil ver la claridad y sinceridad de un amor de verdad, lástima que no todos miren con los mismos ojos. Un abrazo.
Es muy cierto lo que dices, Paz. Todos los filósofos, pensadores de la historia han creado su propia definición del amor. Hasta yo, sin ser nada de eso, tengo la mía. Las personas honestas les incomoda la hipocresía y no dudan en practicar el único lenguaje que conocen, la sinceridad. Son leales y firmes en sus convicciones. Gracias a eso, construyen relaciones basadas en la confianza. Un abrazo amiga.
Cada mañana el mundo se asoma precisamente a tu ventana para recibir la caricia de una sonrisa. Un abrazo.
Muchas gracias por tu bonito comentario Carlos. Un abrazo amigo.