Cuántas veces no hemos sabido marcharnos a tiempo. Cuántas veces hemos dado oportunidades a personas que no se lo merecían.
Cuántas veces el miedo al después, al vacío, a empezar de cero, nos han dejado donde estábamos. Cuántas veces hemos renunciado a nosotros mismos por creer que esta vez sí que cambiaría, que todo volvería a ser como antes.
Quedarse demasiado es perdernos a nosotros mismos. Es esperar que todo cambie cuando ya está todo perdido. No marcharse a tiempo es condenarnos a vivir anclados a personas e historias que nos llevarán a cualquier parte menos a ser felices.
Y en todas esas veces, en todos esos tiempos, prórrogas, oportunidades y promesas de cambio, perdemos lo último que no volverá jamas: el tiempo.
Perdemos la única vida que tenemos queriendo reescribir y cambiar lo que ya estaba escrito.
Perdemos las ganas, la ilusión, la sed de vivir.
Perdemos todo aquello por lo que nos quedamos, por miedo a perder.
Nos perdemos a nosotros. Y eso debería ser imperdonable.
Marcharse a tiempo es, al fin y al cabo, darnos una oportunidad. De ganar y de perder pero la posibilidad, entre tantos imposibles, de volver a ser felices.
Alejandro Sotodosos
Rovica.
Estoy plenamente de acuerdo con las palabras que traes, que si son de Alejandro S. Muy acertadas.
Hay muchas personas que renuncian a su vida por las tres «C» como suelo decir yo,
Comodidad, Cobardía y Costumbre.
En otros casos, puede ser hasta miedo.
Pero es triste muy triste, porque se deja de ser uno mismo.
Qué buena entrada, mi querida Rovica.
Te deseo un feliz domingo💝🌷
¿Por qué es tan difícil cerrar ciclos? ¿Por qué muchas veces somos incapaces de desligarnos de relaciones y situaciones ya caducadas? ¿Por qué nos es tan difícil el proceso de aceptar, soltar y enfrentar una relación o una situación que ya no existe?
Mi opinión es, porque para nosotros en ese punto en que nos ocurre, no es cerrar un ciclo, es un portazo que nos da la vida. Toca hacer un duelo y pasar página. Pero, eso no se hace en 5mn. Algo de nosotros se va con ello y parte se queda, pero no volvemos a ser los de antes. Las vivencias nos cambian y nos enseñan(por suerte o no). Buen domingo mi querida Yvonne. Un abrazo grande amiga😊
Así es, es cicatriz queda, aunque de lo demás ya no quede nada.
La vida no es fácil.
Un besito😘🌷
Estoy de acuerdo con Yvonne, eso de las tres «C» es una realidad, pero también es una condena, aunque en su momento no nos demos cuenta, porque todos nos podemos equivocar, pero hay situaciones que no tienen marcha atrás, o si la tienen, no somos capaces de plantarle cara. Cada persona y su situación, así es. Cuantas veces y las que resten, solo los humanos nos equivocamos. Buena semana, un abrazo.
Todos nos equivocamos porque somos seres humanos con virtudes y defectos. Equivocarse consiste en aprender de los errores, en aceptar que son parte de nuestro crecimiento pero, reconocer el error no basta, hay que ponerle solución y cuánto antes, mejor. Buen día. Un abrazo Paz.
Lo importante desde mi punto de vista, no es tanto hacer o no hacer, como darnos cuenta a tiempo de lo que estamos haciendo y sus consecuencias. Por eso dar un paso al lado, marcharse, cerrar un ciclo o terminar una relación puede ser muy beneficioso. Una amiga dijo una frase que me encantó, «las relaciones personales tienen fecha de caducidad, como los yogures o las medicinas. Pero no siempre sabemos verla». Un abrazo.
Estoy de acuerdo con la frase de tu amiga. Una relación puede tener caducidad, Una vez caducada (como los alimentos)
puede hacer daño. Un abrazo amigo.
¡Qué difícil es ese «PARA SIEMPRE»!
Sí Mari Carmen, ese «para siempre» es difícil y no siempre se cumple. Un abrazo 🌼
Totalmente de acuerdo, Rovica.
Tan importante es saber llegar, como irse. Aunque entiendo que, a veces, es muy difícil, porque solo pensamos en nosotros en último término. Pero tenemos que cuidarnos mucho más.
Abrazo Grande.
Qué importante es saber irse a tiempo, y nadie nos enseña cómo se hace eso. Nos quedamos hasta que la realidad nos ahoga o nos aprieta tanto que salirse cada vez suena mas imposible. Hay que saber decir aquí ya no es, aquí ya no hay nada para mí, aquí ya no quepo. Qué importante es escuchar nuestra voz interior, nuestra intuición y decir “no sé cómo, pero me tengo que ir de aquí”. Y ahí es donde tu vida comienza. Buena tarde J. Antonio. Un abrazo amigo.🌼