Tú que te paseas por mi mente,
provocando en mí,
apasionados pensamientos
y mi más sublime deseo…
Me gusta la complejidad,
el enigma, el laberinto,
que hay en ti,
porque siempre esconden un tesoro
para quien lo sepa encontrar y descifrar…
sólo hay que sentirlo, nunca describirlo,
porque no existen palabras exactas
para expresar todos sus matices.
Pero cuando me meto
en tu enigmática alma,
es ahí donde encuentro tu hechizo,
tus sueños, tu verdadera identidad y tu calma…
Sólo tengo que cerrar los ojos
y dejar que los sueños nos lleve
a cualquier lugar del infinito
y tocar tu alma
con los dedos invisibles,
de mi pensamiento…
Allí todo me habla de ti
y donde tu placer
será mi placer y mi recompensa…
Por algo, tú eres ese viento
que me lleva y me eleva
y yo, el fuego que te enciende y aviva,
porque eres médico y medicina
de mi deseo, mi pasión y mi inspiración…
Rovica.