Eres grande. Aunque nadie te lo diga. Aunque no lo creas. Aunque pasen los días y veas, mejor dicho, pienses, que no avanzas.
Porque tú sola y sin la ayuda de nadie, te levantas cada día, te vistes con una sonrisa y te vas con tu mochila llena de miedos, obstáculos, heridas sin cerrar y rayadas que a veces se apoderan de ti a dar lo mejor de ti. Y alegras el día.
Porque sin tú notarlo, generas un buen ambiente y transmites una tranquilidad y simpatía que ni te imaginas. Y sin pretender pareces ser más, ayudas en lo que puedes al que te rodea.
Pero, sobre todo, lo logras cada día. Haces que todos los días cuenten porque te esfuerzas al máximo. Y créeme, que llegarás. Hasta esta próxima meta y a lo que te propongas.
Porque, aunque nadie te lo diga, eres grande por muy pequeña que te veas. Eres una pequeña gran revolución.
Y aunque la gente piense lo contrario, las mayores y mejores revoluciones son las silenciosas que terminan estallando una vez que “han ganado”. Y aunque a ti te quede mucho por hacer, cada día “estás ganando”. Le estás ganando al miedo, a lo que “eres” según el resto. A lo que durante tanto tiempo pensabas que eras.
Estás ganando, y cada vez disfrutas un poco más del premio del que disfrutarás al 100% cuando ganes: ser tú. Y estarás encantada de conocerte.
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👍🏼🌼😊
Siempre dándonos grandes mensajes, saludos Rovica 💓
Muchas gracias Marcos. Todo lo que necesitas para lograr tus objetivos ya está en ti. Un abrazo amigo.