Abrì los ojos, vi la luz de afuera
reflejada en una solitaria estrella
y brotó esa luz en mi mirada
Soñé con ser partícipe de ella.
Me volví corazón de tierra viva
llore hasta mi vista nublar…
y ardieron mis entrañas
que me crea un cuerpo entre los vientos,
y me dieron el arraigo sin escalas,
sumergida en esa brillante estrella.
De una fuente manando inagotable,
el brutal privilegio sin fronteras,
de tener el deseo de algo bueno, algo nuevo,
de buscar una idea que me entregue
sin cerrojos, sin puertas, sin barreras…
Has escrito de nuevo un hermoso poema. Un abrazo.
Me alegro mucho que te guste Carlos. Gracias. Otro abrazo grande para ti amigo 😊😘