Hola amig@s lector@s
Hoy, desde El Rincón de Rovica: Felicidades… Felicidades si has llorado a mares y te has hecho una playa donde ahora tomas el sol. Si dejaste tus mariposas encima de la mesa y dijiste: Haz con ellas lo que quieras, ahora la que vuela soy yo. Felicidades si dejaste de creer y empezaste a sentir. Te aplaudo, porque, lo de sentir se está perdiendo. Si abandonaste la manía de suponer y te aficionaste a preguntar a sabiendas que las respuestas podían doler. Felicidades, si los aires de grandeza del que tienes al lado no te despeinan. Felicidades si has aprendido que, para clase, la de la sencillez. Enhorabuena si has aprendido, que no hay nada más íntimo que desnudarse con la ropa puesta.
Felicidades si elegiste el camino correcto y no el fácil. Si te cansaste de seguir la línea de puntos y te sacaste de la manga un dibujo a colores. Felicidades si tienes la frente muy alta: Porque, no hay límites si el cielo es el lienzo. Felicidades si te dieron un golpe bajo y estuviste a la altura, si te has caído y te has reventado las rodillas. De momentos rotos, nacen instintos y distintos gritos de guerra que te hacen ir ganando batallas. Felicidades si el fuego te quemó por poner la mano donde no debías y por quien no lo merecía. Confiar es de valientes, no quemarse de cobardes.
Felicidades si tus principios son fuertes e inamovibles y decides cambiar el final a tu antojo, porque, es tu historia, no un dictado. Felicidades si la vida te ha enseñado a leer en las miradas. Hay miradas que son acuses de recibo y otras, hojas de reclamación. Y otras, refugio y abrigo. Felicidades si te cerraron las puertas, abriste los ojos, la mente y una ventana al infinito. Felicidades si ya no cuentas lo que resta. Si con los restos del naufragio construiste un museo y colgaste el cartel: Me reservo el derecho de admisión.
Que cada palo aguante su vela. Tú apóyate en la tuya y echa a volar tus deseos, que el mundo está lleno de puertos, mares y faros. Vuela y celebra que eres como eres y haces lo que quieres. Vuela a donde el corazón te lleve, que el resto… es solo ruido».