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  • Última modificación de la entrada:29/09/2020

 

 

La perdió. Ella nunca habia amado  y se había entregado tanto a nadie, como se entregó a él y, sin embargo,  la dejó ir. ¿Qué le faltó? Quién sabe…

Pero ahora la extraña…Cuando la tuvo para él, no la amó, no la supo ver, no la valoró, se confió. Creyó que ella siempre iba a estar ahí. Así fue como iba dejando todo para «después». Hasta que, no hubo un después…

Ella se cansó de esperar esas demostraciones de amor, esos “te quiero”, esas caricias al alma que nunca llegaron y ella, se fue…

Él se sentó para ver como se iba y con soberbia y  orgullo pensó: «Vete, hay muchas mejores que tú». Pero se equivocó. En todas las que vinieron después, buscaba un pedacito de ella, no importa con quien pasara la noche, el recuerdo de ella lo venía a visitar… Siempre.

Y entonces aprendió la lección…Todo vuelve, menos esa mujer que realmente lo amaba, de verdad. Ella era poesia, pero él,  no la supo ver…

Rovica.

la

Esta entrada tiene 5 comentarios

  1. se lo que es eso, no por mi, por mi querido hijo de 27 años, en eso esta, paciencia me de dios, por que lo que le daría es una hostia de vez en cuando

    1. Rovica

      jajajaja El final de tu comentario es de «traca», te lo digo por que, lo he oido alguna vez de mis amigas.

      1. Es cuando se me va el frenillo de la lengua, pero es que a veces la paciencia se agota

        1. Rovica

          A ver Juan Miguel…ten paciencia con el chico. Pronto se le pasará, seguro.

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