Obsesionarse, cegarse, obnubilarse y tantos sinónimos como queráis añadir al hecho de aferrarse a un estereotipo, precisamente, creado por una sociedad imperfecta que busca la perfección donde no la hay y donde, afortunadamente, nunca la habrá…
Qué manía la de querer ser perfectos, cuando la perfección más absoluta es curiosamente, la IMPERFECCIÓN.
Con lo fácil que es pensar que nuestras imperfecciones nos hacen ser INclonables, ÚNicos, IMprescindibles, INcondicionales, IRremplazables, INdispensables.
Maravilloso ser humano… cuánto te (nos) queda por aprender ¡Y que bien te (nos) sienta, la perfecta imperfección …!
Siempre he pensado que la perfección es muy aburrida. Cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles, si fuéramos perfectos el mundo sería un lugar sin gracia, sin sentido. Equivocarnos es crecer y avanzar.
Abrazos.
Totalmente de acuerdo contigo Estrella. Nadie es perfecto, por suerte. Equivocarse es de humanos y además es una de las cosas de lo que más se puede aprender en la vida. Muchas gracias. Un abrazo también para ti amiga😊😘