Los segundos, los minutos y las horas germinan
Así como los días empiezan y terminan
Los meses se disfrazan según el meridiano
Otoño, invierno, primavera, verano
Se ajusta el camino a nuestros pasos
Así como el agua se adapta a su vaso
Nuestro corazón se aclimata a la altura
Y nos adaptamos a cualquier aventura
Pueden sumar con prisa
o restar con calma,
da igual, porque las matemáticas no tienen alma.
Aunque calculemos todo y le pongamos nombre propio,
nuestro espíritu no lo pueden ver los microscopios.
Nadie se puede acobardar,
nacimos siendo valientes
porque respirar es arriesgar.
Este es el momento de agarrar el impulso,
las emociones las narra nuestro pulso.
Poema sensível e real… A humanidade precisa de almas assim: não numéricas… Parabéns.
Muito obrigado, Estebam. Um abraço amigo.