No me arrepiento de ningún día de mi vida. Los buenos días los he vivido con intensidad, me han aportado felicidad. Los malos días me han dado experiencia. Ambos dos, son esenciales para la vida. La felicidad te mantiene viva. Los aciertos te hacen brillante. Las tristezas te mantienen humana. Las caídas, los errores, los tropiezos te dan grandes lecciones, te mantienen humilde. Los intentos de seguir adelante te hacen ser fuerte y caminar con la cabeza en alto…
Haces bien. Aprender de nuestros errores, levantarse cuando tropezamos, vivir cada momento… Vivir siempre adelante sin mirar atrás. Me encantó. Un abrazo
Gracias Nuria. Ante los errores podemos juzgarnos, criticarnos y hundirnos, o podemos reconocer que nos hemos equivocado, aprender y sobre todo a saber rectificar. Un abrazo grande.