La vida es un flujo constante de emociones, situaciones, relaciones. Todo va y viene. Todo llega y todo pasa. La vuelta de las vacaciones te saca de quicio, deja un poso de tristeza, vacío y, sobre todo, pereza inicial para volver al día a día. Los momentos inolvidables hace que, en ocasiones, regresar a la vida cotidiana, sea un reto difícil de enfrentar. Entonces ¿Qué se necesita para volver a la normalidad después de las vacaciones…? Volver a «encauzar» el día a día para vivir lo cotidiano de un modo amable, amistoso, creativo. Centrarse en las tareas que tenemos por delante, vivir el momento presente y disfrutar de lo que tenemos. Hay muchas cosas que agradecer a nuestro alrededor. Volver al trajín y el ajetreo de lo cotidiano, donde nos esperan las mismas cosas que dejamos y qué quizás, las vivamos de otra manera por esos estupendos días pasados que siempre recordaremos y empezar a soñar de nuevo, con esos futuros días que, están por llegar…El final de un viaje es siempre el principio de otro…
Deja que la pereza del lunes me coma la oreja, para mantener sano el corazón. Ay calla, que pesadilla trabajar, ahora que ya estoy jubilado. Un besazo.
Ya estoy de vuelta Carlos, pero…hasta el lunes, sigo de vaca 😜😎😄. Un abrazo grande amigo 🤗😊
Ánimo, Piensa que lo mejor está por llegar. Un abrazo.
Gracias Marigeles. 🌼🥰😊