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  • Última modificación de la entrada:12/12/2024

 

 

Érase una vez en un reino mágico donde los unicornios eran seres muy especiales. Tenían un pelaje suave y brillante, ojos grandes y cuernos mágicos que les permitían hacer cosas increíbles. En ese reino, había un pequeño unicornio llamado «Valiente» que era muy curioso, inquieto y aventurero, nunca tuvo miedo a nada y, por eso, siempre, quería explorar lugares nuevos pòr peligrosos que fueran.

Un día, mientras Valiente estaba jugando en el prado con sus amigos unicornios, escuchó un ruido extraño que venía del bosque. Era un sonido que nunca había oído antes, y su curiosidad lo llevó a investigar. Cuando llegó al borde del bosque, vio un grupo de criaturas pequeñas que estaban en peligro. Eran duendes y estaban siendo perseguidos por un malvado mago que quería capturarlos y usarlos para sus malvados planes. Valiente sabía que tenía que ayudar a los duendes, pero no sabía cómo.

Fue entonces cuando recordó el cuerno mágico que tenía en su cabeza. Si soplaba hacía su cuerno, podría convocar a todos los unicornios del reino para ayudar a los pequeños duendecillos. Sin pensarlo dos veces, Valiente sopló hacía su cuerno con todas sus fuerzas, y pronto se escuchó el sonido de muchos  unicornios alrededor del bosque. Los unicornios trabajaron juntos para derrotar al malvado mago y salvar a los duendes.  Valiente se sintió muy orgulloso de haber ayudado a los duendes y salvado el día.

Después de la hazaña, Valiente se dio cuenta de que la curiosidad y la valentía eran herramientas poderosas, pero también descubrió que no podía hacerlo solo. Necesitaba la ayuda de sus amigos y compañeros para lograr cosas grandes.

Y así, Valiente y sus amigos unicornios vivieron felices, siempre dispuestos a ayudar a los demás y aventurarse en nuevos lugares juntos.

La moraleja de esta historia: Es que, a veces, las aventuras más emocionantes y valiosas están esperando fuera de nuestra zona de confort. Pero también, debemos recordar que, a veces, la ayuda de los demás es fundamental para tener éxito en nuestras aventuras.

Y, Colorín colorado, este cuento se ha acabado…Que sueñes con el mágico reino de los unicornios y con sus aventuras emocionantes.

Abraham Cuentacuentos.
 Rovica.

Esta entrada tiene 3 comentarios

  1. macalder02

    Al pedir ayuda, se pueden descubrir nuevas habilidades y fortalecer las propias. Muy buena tu historia. Me lleva a recuerdos de mí niñez y deja una excelente moraleja.

    1. Rovica

      Aventurarse, lanzarse, atravesar muros y explorar el inmenso mundo que nos aguarda al otro lado. No te conformes, la verdadera zona de confort, aquella en la que podrás sentirte orgullos@, plen@ y satisfech@ se encuentra más allá del miedo. Un abrazo amigo Manuel.

      1. macalder02

        Es así mi estimada Rovica. Estoy de acuerdo contigo.

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